Para esta receta necesitaremos:
Un molde para Pop Cakes, y un soporte para poder colocarlos de pie y que endurezcan en la nevera, a la vez de poder servirlos luego.
Ya conocéis mis trucos anti-crisis, así que yo he comprado corcho blanco de unos
4 cm. de grosor, que lo podéis encontrar fácilmente y es muy barato. Y para el molde, las bolitas salen fenomenal a mano, como se ha hecho toda la vida!
Ingredientes para el bizcocho (25 unidades):
- 120 g. de mantequilla
- 120 g. azúcar glas
- 2 huevos
- 125 g. de harina
- 1 cucharadita de levadura
- 1 cucharada de cacao en polvo
- 75 g. de queso de untar (tipo Philadelphia)
NOTA: También podéis comprar un bizcocho ya hecho, en cualquier supermercado.
Ingredientes para la cobertura:
- 200 g. de chocolate (podéis usar colorantes)
- Confites de colores
- 25 palos de piruleta
Preparación:
Batimos el azúcar glas con la mantequilla hasta que la mezcla blanquee. Sin dejar de batir, añade los huevos uno a uno. Tamizamos la levadura, el cacao en polvo y la harina a la vez y vamos agregándolos, poco a poco, a la preparación anterior.
Echamos la mezcla en un molde de unos 20 cm. de diámetro y horneamos durante 25 min. Cuando tu bizcocho esté listo, deja que enfríe a temperatura ambiente durante un par de horas.Desmigamos el bizcocho a mano y mezclamos con el queso de untar. Cuando esté completamente integrado, haremos pequeñas bolas de masa con las manos y, si no dispones de un molde para Pop Cakes, colocaremos las bolas sobre una bandeja cubierta de papel de hornear.
Reservamos en el frigorífico 3 horas. Pasado ese tiempo, trocearemos el chocolate y lo fundiremos al baño maría, o microondas (cuidado no se queme). Impregnaremos con él la puntita de cada palo de piruleta y lo introduciremos en cada bola. Yo suelo dejarlo media horita más en el frigo, para que endurezca.
Ya sólo queda bañar cada bola en el chocolate derretido, dando unos pequeños golpecitos para que escurra el chocolate sobrante y luego no gotee, y decorarlos con los confites de colores.
Reservamos en el frigorífico 3 horas. Pasado ese tiempo, trocearemos el chocolate y lo fundiremos al baño maría, o microondas (cuidado no se queme). Impregnaremos con él la puntita de cada palo de piruleta y lo introduciremos en cada bola. Yo suelo dejarlo media horita más en el frigo, para que endurezca.
Ya sólo queda bañar cada bola en el chocolate derretido, dando unos pequeños golpecitos para que escurra el chocolate sobrante y luego no gotee, y decorarlos con los confites de colores.
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